Tristeza

Llegó el día en que comienza mi experiencia erasmus, aún no soy consciente que dentro de tres horas estaré montada en un autobús dirección Évora.
Debería de ir contenta, feliz, con ilusión de emprender una nueva aventura que solo puedo vivir una vez, pero estos sentimiento se mezclan con los sentimientos de nostalgia, pena... de dejar mi pueblo, mi familia, mi novio, mis amigos... A todo esto le uno los sentimientos de impotencia, tristeza, rabia... de todo lo que ha pasado en mi pueblo, Coín, en estos días.

Os voy a contar algo: hace unos cinco o seis años llegó a mi vida, Juan, mi novio, por aquel entonces yo era una chica que quería estudiar un módulo y trabajar, no le echaba cuenta a nada y menos a la naturaleza (pues no era mucho de campo), era un poco rebelde... poco a poco, Juan fue inculcándome que la naturaleza es parte de nosotros, que podemos disfrutar de ella haciendo escalada, senderismo, rappel, kayak... y que hay lugares que son únicos y maravillosos... Después de estos años me he dado cuenta que aunque no entienda mucho de lo relacionado con lo ambiental, amo la naturaleza, me encanta ir a escalar y hacer deporte en ella, adoro ver los paisajes que nos brinda y sobre todo me duele cuando le pasa algo.
En verano, mucha gente de Coín y de ciudades ajenas pasamos por Barranco Blanco ya que, es uno de los espacios más preciosos que he visto, con su río, sus cascadas, sus zonas de rappel, de senderismo... pero el problema es que hay gente que no está educada para disfrutar de estos sitios sin dejar restos de basura, colillas, botellas... y lo dejan todo echo una verdadera lástima, por eso unos cuantos jóvenes de Coín emprendimos una actividad para dejar aquello limpio, para que la gente que de verdad ama la naturaleza pueda disfrutar de aquello. El ayto de Coín puso todo de su parte y el concejal de medio ambiente (Antonio)   vino con nosotros a limpiar como uno más.
Un mes después el mayor incendio de Málaga desde hace 25 años, arrasaba con todo, nuestra sierra, nuestros montes, nuestros animales... en definitiva nuestra naturaleza. Al parecer fue intencionado, alguien que no ama la naturaleza posiblemente haya echo llamas donde había árboles, matorrales, casas... alguien que no debería de poder dormir tranquilo/a, alguien que debería de pagar por todo lo que nos ha quitado porque quizás esto no lo veamos como estaba hasta dentro de décadas o incluso si construyen esto no lo veamos jamás recuperarse.
Me siento afortunada por haber aprendido a amar la naturaleza, por haber podido disfrutar de estos paisajes hoy color negro, por cuidarla, por ayudarla y sobre todo por haber conocido a alguien entregado a ella y que me haya pasado este espíritu de amor hacia la naturaleza. Estaremos ahí cuando haya que ayudar a la reforestación, y estaremos ahí cuando nos necesite porque gracias a la naturaleza tenemos vida y nosotros se la estamos arrebatando a ella con actos de poco civismo, con esta poca cultura medio ambiental y con ese afán de destruirlo todo.


Gracias a todos los héroes que han estado ahí apagando el fuego, impidiendo que llegara a pueblos y sobre todo trabajando para que nosotros el día de mañana podamos volver a disfrutar de ella.También gracias a los voluntarios, a esas personas que también se han jugado su vida por ayudar en esta horrible situación.

Hoy solo puedo escribir esto, no me salen otras palabras. Gracias a Juan por enseñarme y transmitirme todo en estos años, a los héroes de esta catástrofe y sobre todo gracias a la naturaleza por darme tantos y buenos momentos disfrutando de ella.

Ojalá no tengamos que volver a pasar por esta pesadilla y que a partir de ahora estemos todos a una para salir adelante y volver a hacer lo que teníamos, un paraje natural de gran valor.

Por cierto aprovecho esta entrada para despedirme de todos, familia, amigos... estaremos en contacto por internet. Disfrutad y sed felices. Os quiero a todos :)