miércoles, 5 de septiembre de 2012

Habemus piso!

Boa noite!

Hoy mi compañero Agustín y yo estamos felices, por fin hemos encontrado cuarto!

Hace cuatro días que cogimos un autobús desde Málaga dirección Mérida y otro Mérida- Évora, pasamos doce horas para llegar al hostal, aquí en la "praça do Giraldo". A las 5 de la mañana, hora portuguesa,  nos encontramos con el dueño del hostal Sant Antão, Nelson, muy amable, que nos abrió y nos acompañó a nuestra habitación. El hostal está muy bien, es grande y para lo que cuesta es un lujo, además Nelson es muy simpático y nos ha ayudado en estos días.



El primer día de búsqueda de piso, buscamos números por la universidad y en la asociación de estudiantes.
En la asociación no nos ayudaron mucho ya que, íbamos buscando piso para seis meses y para cuatro personas y ésto es algo muy difícil y muy poco abundante.
De la facultad de económicas, llamamos a un piso en el cual se alquilaban dos habitaciones, esta anécdota es muy graciosa porque cuando llegamos a la casa, una señora mayor se asomó por la ventana y directamente nos abrió la puerta que estaba en el piso de abajo. Extrañados por la forma en que la señora había abierto la puerta subimos y empezamos a ver los cuartos. Resulta que la señora vivía en la casa y alquilaba los cuartos solo a chicas por lo que no nos interesaba, ¡vaya! tampoco nos dio muy buena impresión desde el principio pues aquello parecía una película de terror, la señora nos miraba sonriente y no nos hablaba. Cuando íbamos bajando las escaleras para irnos, ya nos dimos cuenta de la técnica para abrir la puerta: una cuerda (de estas de tender la ropa) enganchada al pomo de la puerta principal.
Cabe decir que el primer día no encontramos nada.

El segundo día llegó Juampi, un muchacho de Badajoz que también buscaba piso. Él sabe un poco de portugués y nos ha sido de gran ayuda para buscar el alojamiento. De nuevo fuimos a la asociación de estudiantes, nos ayudaron un poco más, haciendo llamadas y tal pero no conseguíamos encontrar piso. Por nuestra cuenta encontramos un anuncio en un supermercado de aquí y a través de él concertamos una cita. Vimos una casa que estaba muy bien pero que estaba disponible a partir de la semana que viene, entonces no nos convenía.

El tercer día nos levantamos mucho mucho más optimistas y vimos tres casas, una estaba super lejos y super sucia y asquerosa, otra no tenia muebles y la tercera tenía tres habitaciones libres y es ésta donde nos hemos quedado!!
Mi habitación no tiene ventana, ni armario pero por lo menos tiene una cama y un escritorio :) La habitación de Agustín tiene un pozo, sí, de esos de coger agua, pero está tapado y la otra habitación, que posiblemente se la quede el otro chico de España, Juampi, tiene como un arco de piedra. Son habitaciones singulares dentro de una antigua casa con patio, donde vivimos: una portuguesa, un brasileño y tres españoles.
No teníamos pensado acabar en una casa así pero esto forma parte del erasmus ¿no?

Una nota: las casas dentro de la muralla son muy antiguas por lo que alguien que venga buscando un lujo de casa no va a encontrar nada, así que esto es así ;)

Os dejo unas fotos de las vistas del cuarto de baño y de la terraza del hostal.








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