Bueno me dispongo a escribir mi última entrada en el blog,
pues mi experiencia erasmus acabó hace unos días.
Unos días antes de mi regreso a España tuve tiempo de pensar
en todos los días que he pasado en Évora. Puedo arriesgarme a decir que han
podido ser los mejores meses de mi vida, en los que he reído, he disfrutado, he
aprendido, he conocido… he hecho muchas cosas que quedarán en mi recuerdo para
siempre.
Puedo decir que Évora me encanta, sus monumentos, sus
plazas, su ambiente, su universidad… es una ciudad que tiene su encanto, puedes
caminar por sus calles mientras te sientes protegida por su gran muralla,
puedes tomarte un café o comer a los pies de un Templo incluso al lado de una
gran fuente de mármol en la plaza más importante de la ciudad.
Pasar el erasmus en una ciudad como ésta es diferente, nada
de agobios en calles llenas de gente, nada de tiendas y comercios populares,
nada de grandes discotecas, nada de restaurantes Fast food… Tranquilidad, paz,
descanso y otras sensaciones semejantes es lo que he vivido durante esos meses
aunque a veces una echa de menos el ajetreo, el barullo y esas cosas.
¿Qué más decir? Que no me arrepiento para nada de que la
casualidad o el destino me pusiera allí un 3 de septiembre de 2012, de haber
conocido a tanta gente y tantos lugares maravillosos.
Cuando llegué a España me preguntaron ¿Qué tal Évora? ¿Cómo es? Y sólo pude decir…
¡ FANTÁSTICA!, yo supongo que cada estudiante erasmus sentirá que su ciudad de
acogida es la mejor.
Y lo que la hace especial ha sido su gente erasmus, al ser
pocos ( entorno a unos 300 o así) hemos formado una gran familia, todos a una
para cualquier cosa, para cualquier cumpleaños y para cada fiesta!
Sólo decir que MUCHAS GRACIAS a todos los que habéis formado
parte de mi experiencia erasmus, de una forma u otra. Sois increíbles y sólo os
puedo decir que aquí tenéis una amiga para lo que sea (:
Os echo de menos!! Y ya sabéis, este verano… ¡tenemos que
vernos todos!